Cuidados especiales Alzheimer
Es importante adecuar la actividad cotidiana del paciente a su situación real, teniendo en cuenta su discapacidad y procurando su mejor evolución.
Consideraciones a la hora de planificar las actividades de la vida diaria:
• Procurar que las actividades sean sencillas y seguras. Modificar el entorno para adaptarlo a su condición y facilitarle las actividades, por ejemplo, organizar el armario para simplificar la tarea de vestirse.
• La actividad debe reforzar las habilidades que aún conserva, haciéndose sentir útil y valorado.
• Buscar una serie de conductas repetitivas, con el fin de afianzarlas. Levantarse a la misma hora, asearse, vestirse (dejar la ropa preparada), desayunar, etc.
• Ofrecer supervisión o ayuda en las tareas, procurando que sea el paciente quien lo solicite para evitar que sienta con capacidades limitadas.
• Escoger el momento más apropiado para realizarlas según sus gustos, preferencias y habilidades.
• Tener en consideración costumbres y hábitos del pasado para planificar el día. Por ejemplo, salir a por el pan para pasear y relacionarse con su barrio, si era su costumbre.
Consejos ante situaciones cotidianas conflictivas con los pacientes:
1. Higiene personal: el paciente descuida la higiene por no considerarlo necesario o por no recordar cómo hacerlo. Consejo: mantener la rutina anterior de la persona en lo posible (baño o ducha, horarios, jabón etc.), si se resiste al baño, probar más tarde cuando este más tranquilo, permitir que la persona se arregle sola todo lo que pueda, si la persona se siente incómoda, puede ser útil no desnudarla totalmente, puede bañarla por partes.
2. El vestido: el paciente se olvida de cómo vestirse y puede no reconocer la necesidad de cambiarse de ropa. Puede aparecer en público con ropas no adecuadas. Consejo: entregar la ropa al paciente en el orden en que debe ponérsela, evitar ropa con cierres difíciles, intentar que se vista sola, darle las indicaciones que sea sean necesarias, utilizar zapatos con suela de goma antideslizante para evitar caídas.
3. Uso del inodoro e incontinencia: la persona pierde la noción de cuando ir al baño, donde está el inodoro o cómo usarlo. Tener una rutina de ir al baño, siempre la misma hora, identificar el baño con un cartel en la puerta, evitar que se cierre con pestillo en el baño, puede necesitar ayuda, utilizar prendar interiores de fácil manejo, disminuir la ingesta de líquidos por la noche, disponer de cuña u orinal cerca de la cama, en caso de necesitar pañales para la incontinencia recordar que puede escocerse o ulcerarse.
4. Comidas: la persona olvida si ha comido o como usar los cubiertos, en fase avanzadas necesita que le alimente y aparece dificultad para masticar y disfagia. Consejos: recordarle cómo comer, si es necesario, servir la comida de modo que pueda comer con la mano, facilitar el masticado triturando el alimento o papillas, que coma despacio, no servir alimentos demasiado calientes, puede no poder distinguir entre frio y calor y quemarse.
5. Actividades domesticas: pérdida de la habilidad para cocinar, conducir y realizar tareas domésticas. Consejos: adaptar su entorno adoptando medidas de seguridad, en las instalaciones, utensilios, etc. no es conveniente que conduzca.
6. Dormir: dificultades para dormir, agitación nocturna. Consejo: evitar que duerma durante el día, intentar que haga actividad física durante el día, procurar que se encuentre cómodo en la cama.
7. Desorientación: puede no orientarse en casa, incluso salir y perderse. Consejo: asegurarse de que lleva alguna identificación (brazalete, por ejemplo) con la dirección, procurar que lleve tarjetas con los nombres de las calles más próximas, asegurarse de que la casa es segura, y no puede salir sin el conocimiento del cuidador y si se pierde, no mostrar enfado.
8. Comportamiento sexual. Consejo: quitarle importancia al hecho, tratar de distraer a la persona con otra actividad.
Intervenciones de estimulación cognitiva:
Están dirigidas a estimular al paciente para que conserve durante el mayor tiempo posible sus capacidades cognitivas y retrasar al máximo su deterioro y la evolución rápida de la demencia. Son programas que potencian, mantienen y recuperan la capacidad cognitiva. Favorecen la socialización del paciente y su relación con su entorno para llevar a cabo tareas de la vida cotidiana.
La estimulación por parte del cuidador debe realizarse aprovechando actividades cotidianas, algunos ejemplos de ocasiones para la estimulación puede ser:
• Tareas domésticas: ordenar armarios, poner la mesa, ayudar en la cocina…
• Actividades como ver fotos, comentar las noticias, juegos de mesa, escuchar música, leer.
• Apoyo y supervisión a la hora del aseo, pero procurando que el paciente sea lo más autónomo posible, o a la hora de vestirse colocando la ropa en el orden que corresponde.
• Realizar el ejercicio físico que esté al alcance del paciente, realizando paseos o visitas culturales o similares.
Webs de interés:
http://www.nia.nih.gov/espanol/publicaciones/guia-quienes-cuidan-personas-alzheimer
www.hipocampo.es
www.neurodidacta.es
www.alz.org
www.alzheimeruniversal.eu