PROTECTORES SOLARES
También llamado bloqueador solar, es una loción, gel, spray… que evita o disminuye las quemaduras debidas a la exposición solar. Es importante saber que ningún protector solar ofrece una protección 100% absoluta.
Los protectores solares deben aplicarse entre 30 minutos y 2 horas antes de exponerse al sol. En general, deben reaplicarse después de haber pasado 80 minutos en el agua o si ha transpirado en gran cantidad o cada 2 horas fuera del agua.
UNA EXPOSICION PRONLOGADA DEL SOL:
Los rayos ultravioleta (UV) son una forma invisible de radiación. Pueden penetrar la piel y dañar las células. Las quemaduras de sol son un signo de daño en la piel. Las quemaduras solares se producen cuando la cantidad de exposición al sol o a otra fuente de rayos ultravioleta excede la capacidad del pigmento protector del cuerpo, la melanina, para proteger la piel. Las quemaduras de sol son tan graves como las quemaduras térmicas y pueden tener los mismos efectos sistémicos, como ampollas, edema y fiebre.
El bronceado tampoco es saludable. Aparece después que los rayos del sol ya mataron algunas células y dañaron otras. Los rayos UV pueden causar lesiones en la piel durante cualquier estación del año y a cualquier temperatura, por lo que debemos protegernos todo el año. También pueden causar problemas en los ojos, arrugas, manchas en la piel y cáncer de piel.
Entre las recomendaciones para protegerse del sol tenemos:
Filtros físicos: También llamadas pantallas totales. Reflejan toda la radiación solar, impidiendo que esta penetre en la piel y produzca enrojecimiento, quemaduras, etc. Hay que aplicarlos en capa gruesa.
Filtros químicos: Actúan absorbiendo la radiación solar y transformándola en otro tipo de energía no nociva a la piel. Dan lugar a los factores de protección solar (FPS).
También puedes protegerte con capsulas por vía oral, su función es proteger desde el interior los efectos nocivos del sol, ayudando a prevenir el foto envejecimiento y a potenciar el bronceado.
FACTOR DE LOS PROTECTORES SOLARES
El SPF es la cantidad de radiación UV necesaria para causar quemaduras de sol en la piel con la crema protectora solar aplicada, en relación con la cantidad de radiación UV necesaria para causar la misma quemadura sin el protector solar. Por lo tanto, al usar un protector solar con SPF 50, la piel no se quema hasta que haya sido expuesto a 50 veces la cantidad de la energía solar que normalmente haría que sufriera de una quemadura.
En la práctica, la protección de un protector solar en particular depende de factores tales como:
• El tipo de piel de la persona
• La cantidad aplicada de protector solar y la frecuencia de aplicación.
• Actividades realizadas durante la exposición al sol (por ejemplo, nadar lleva a la pérdida del protector solar de la piel en menor tiempo).
• Cantidad de protector solar que la piel ha absorbido